La familia materna del autor abandona Polonia en los años 1930. Son judíos y encuentran en Francia una patria acogedora. El joven tío David empieza la carrera de Medicina. Se esconde en la Creuse durante la Ocupación, pero es detenido por los gendarmes franceses y enviado al campo de Drancy antes de ser deportado y desaparecer en Majdanek, en la Polonia ocupada.

Este destino en forma de viaje circular es el punto de partida de la narrativa y la reflexión de Jacobo Machover. Porque sus padres, supervivientes de la Shoah, deciden emigrar a Cuba. Pero la revolución castrista les obliga a volver a Francia.

Llevando muy dentro de su ser los traumas sufridos por la generación anterior, el autor se enfrenta a su propio sufrimiento de exiliado y comienza una huida hacia adelante que lo lleva a desertar del ejército francés y a vivir al margen, entre el deseo de venganza y la errancia erótica.

Tras las huellas de su tío David, el autor nos lleva a un viaje familiar y personal. Desde la Francia de Vichy a la Cuba de Castro, la memoria de la Shoah y la crítica de la revolución se unen al trauma del totalitarismo, el deseo de venganza y el frenesí sexual.