Georges-Arthur Goldschmidt propone aquí un estudio profundo del pensamiento freudiano a través de la lengua alemana. Afirma que el descubrimiento freudiano se debe, mucho más de lo que pensamos, a la estructura misma de la lengua alemana. Según la fórmula lacaniana, el inconsciente se estructuraría como una lengua : el alemán. Bañando en este mar, Freud habría reconocido sus corrientes.
Freud exploró el alemán como nadie lo había hecho antes. A la vez lengua de niñez – todas las raíces se reconocen – y lengua del espacio concreto, todos sus recovevos se presentan a la mirada.
La catástrofe ya se perfilaba en ella y Freud sondeó este inconsciente a flor de lengua. Nada en este agua que lo rodea por todas partes, pero también se zambulle en ella y trae a la superficie lo que se escondía en ella.
Freud hace hablar sus personajes como si fuera un verdadero novelista. Enseña lo que dicen y la palabra adquiere a través de ellos una eficacia que atraviesa el funcionamiento de la lengua y revela sus tensiones y retenciones.
Trata de poner al nivel del pensamiento lo que, en Alemania, va a desencadenar lo irremediable. Hace nacer un saber que hubiera podido elucidar un inhibido importante.

¿El descubrimiento de Freud fue orientado por la