Los Hermanos Rajk es a la vez un drama familiar y una epopeya siempre de actualidad. Se funda en la personalidad de dos hermanos húngaros, uno fascista, otro comunista, que llegaron a ser ministros antes y después del fracaso de Hitler. Ambos renunciaron a sus convicciones políticas para salvar la vida de su hermano.

Endre Rajk pertenecía al gobierno húngaro pro-nazi durante la segunda guerra mundial y murió en exilio en Alemania.

Lazlo Rajk formaba parte del gobierno comunista que tomó el relevo al final de la segunda guerra mundial. Fue ejecutado durante los famosos procesos estalinistas en 1949.

Nacidos en una familia de 8 hermanos y de 3 hermanas en los años 1900 en Transilvania – que entonces formaba parte de Hungría – los dos hermanos se marcharon de Budapest en los años 20 después de la anexión de Transilvania a Rumanía después del Tratado de Versailles.

Lazlo se convirtió al marxismo, lo expulsaron de la universidad y se convirtió, por obligación, en obrero en la construcción. Fue encarcelado durante un año después de la organización de una huelga y se alistó en la Guerra de España. Endre tuvo un ascenso profesional rápido en una cadena de empresa de alimentación y siempre tuvo una situación económica mejor que la de su hermano.

Lazlo pasó todo el período de la segunda guerra mundial organizando la resistencia húngara, mientras que Endre llegó a ser ministro en el gobierno fascista que entonces intentaba aplastar los actos de resistencia.

En 1944, Lazlo fue detenido, juzgado y luego condenado a la pena capital. Bajo el apremio de la familia, Endre recurrió al líder pro-nazi Ferenc Szalasi para salvarlo. El caso de Lazlo fue entonces presentado ante un tribunal civil, pero como las tropas soviéticas entraban ya en Budapest, el proceso no tuvo tiempo de realizarse. Por tanto Endre acababa de salvar a su hermano.

En 1949, el popular y carismático Rajk fue acusado de traición por el despiadao líder húngaro estalinista Matyas Rakosi.

En junio, cuatro meses después de que la nueva esposa de Rajk hubiese dado luz a su primer hijo, Rajk fue detenido y acusado de espionaje. Después de meses de interrogatorios, Rajk confesó públicamente sus actos y fue ejecutado. Julia fue encarcelada y bautizaron de nuevo a Lazlo Junior antes de colocarlo en un asio de huérfanos.

Cuatro años más tarde, Julia fue liberada, reclamó a su hijo y militó valerosamente para que se enterrase de nuevo a su marido con los honores que merecía. Al menos 100 000 personas asistieron a sus funerallas el 6 de octubre. La ceremonia se realizó en la calma, pero permitió el renuevo del patriotismo de la población. El 23 de octubre de 1956, estalló la revolución húngara.

Julia, entonces íntima con el revolucionario Imre Nagy, y su hijo Lazlo, estuvieron en el corazón de los acontecimientos y después de que los caros soviéticos hubiesen aplastado la revolución, Julia y Lazlo Jr se exiliaron a Rumania con Imre Nagy, el cual fue ejecutado en 1958.

Rajk, un disidente muy a la vista en los años 1970 y 1980, continuó encarnando los líderes húngaros y los 33 años de injusticias perpetradas en nombre del comunismo.

Después de las primeras elecciones libres que tuvieron lugar a continuación de la caída del muro de Berlín, Rajk Jr fue elegido y tomó con mucha dignidad el relevo de su padre.