A partir de los años ochenta, Pakistán alcanzó el umbral nuclear. El ingeniero Abdul Qader Khan es uno de los padres de la bomba pakistaní. Bajo el impulso de Khan, Pakistán se puso inmediatamente a exportar las tecnologías necesarias para la fabricación del arma atómica. Encontró numerosos interlocutores y socios en Oriente Próximo, pero también en Corea del Norte. Bruno Tertrais, que trabaja desde hace veinte años en el campo de la defensa y de la investigación estratégica, tuvo acceso a testimonios y documentos inéditos. Nos explica cómo se ha llegado a esta situación y por qué Khan y sus acólitos siguen hoy en libertad. Nos cuenta el papel que desempeñó la CIA, qué países son cómplices y por qué hay que añadir a Egipto, a Argelia, e incluso a Birmania, a la lista de candidatos a la bomba. Por último, el autor sopesa los riesgos reales de terrorismo nuclear. Su libro, claro y fácil de leer, sin catastrofismos inútiles, reúne investigación, humor y lucidez.