En 1921 Lenine daba la orden de crear un laboratorio de venenos para combatir  los enemigos del poder soviético. Se decidio de recorrer a métodos terroristas para asegurar el exito de la revolucion, o al menos el reino de sus jefes. De esa forma, numerosas ejecuciones extra-judiciales en URSS o en el extranjero fueron atribuidas a una sencilla insuficiencia cardiaca , o a suicidios por causa de depresion. Todos los métodos fueron idoneos. De esa manera algunos murieron en las manos de los médicos que debian curarles, otros fueron victimas de extranos acidentes de carretera… Nos equivocariamos pensando que estos métodos desaparecieron con la muerte de Staline. En la larga lista de victimas,  hallamos a la viuda de Lenine, al general soviético Frounze, a los generales blancos emigrados Koupetov y Miller, al escritor Boris Pilniak, al presidente checoslovaco Jan Masaryk, y mas recientemente al antiguo alcalde de San Petersbourg Anatoli Sobtchak o al periodista Chtchekochikhine. Arkadi Vaksberg, después de una larga y minuciosa investigacion, nos relata la historia de una interminable serie de asesinatos politicos hasta la tentativa de envenenamiento del actual presidente de Ukraine Viktor Iouchentchenko , en plena campana electoral contra un candidato cerca del poder de Moscou.

El Laboratorio de los venenos dirigido por el profesor Maïranovski que puso su sabiduria cientifica al servicio del asesinato politico, es como diriamos, los Borgia de los Sovieticos en nuestra época.