Esta novela cuenta la vida de una mujer en el departamento francés de Isère desde su infancia en 1950 hasta su muerte en 2025. La protagonista, M.A., tiene unos padres buenos, es buena estudiante, encuentra un marido que la quiere, se compra una casa grande, cobra un sueldo, tiene hijos, cambia de trabajo, se jubila, envejece y muere. Todo esto con las comodidades propias de las clases media en Francia desde 1950 hasta hoy. Sin embargo, se aburre y prueba todo tipo de cosas para pasar el tiempo: el adulterio, el compromiso humanitario, el esoterismo, las neuras domésticas, la maternidad o cualquier hobby de poca duración. Pero M.A. es una mujer veleidosa e insatisfecha. Nunca podrá encontrar algo que la satisfaga plenamente porque todo, tanto en su interior como en la zona en la que vive, es plano, llano, horizontal. Su chalet es un «callejón sin salida».

El objetivo de Sophie Divry era plasmar una atmósfera mental, la del individualismo, incluso representar un conflicto filosófico, el de la libertad contra el bienestar.

Exploración de la condición humana por la autora de La cote 400, su primera novela traducida a cinco idiomas. Más de 7000 ejemplares vendidos en Francia, 10000 en el Reino Unido y 8000 en Italia. Se siente ternura por esta Emma Bovary contemporánea, al igual que por la Jeanne de Una vida de Maupassant, o por la Félicité de Un corazón sencillo de Flaubert, pero La condition pavillonnaire (La vida urbanizada) nos recuerda sobre todo al mejor Houellebecq, al frío e implacable historiador que sabe retratar una época y los seres que la atraviesan.

Este libro está dirigido a los jóvenes que comienzan su vida, y a los padres que quieren que sus hijos sean unos burgueses. Les tiende un espejo y les pregunta: ¿es eso acaso una vida lograda? ¿Vivir encerrado en nosotros mismos y en nuestro pequeño confort? Pero también va dirigido a un gran público, a todos los que, como yo, un día repararon en lo absurdo de su existencia y en el paisaje mental de una Francia desprovista de encanto. Sophie Divry