Ribouldingue y Pataquès están en el museo.

Hablan de varios temas: los cuadros que les rodean, la historia de Francia, sus aventuras pasadas.

Uno fue un inútil y un vago. Acaba de acceder a la 3D.

El otro padece una extraña fiebre: le devoran las comparaciones como si fueran piojos.

En el muro, un túnel que lleva no se sabe adónde. En el suelo, cuadernos llenos de historias. Como la de un café-concierto donde los dos protagonistas están tomando algo. En pleno apogeo de la fiesta, irrumpen unos hombres armados con fusiles de asalto.

¿Qué puede hacer la imaginación contra los terroristas?

Los fascismos quieren matar todos relatos, menos el suyo propio. Contra tales prisiones, Brice Matthieussent rinde homenaje a la imaginación. Bajo el doble auspicio de Beckett y de esta pareja, el autor va hilando los relatos hasta lograr un espectáculo fulminante. Una novela mordaz y desternillante, que es a la vez una advertencia y una celebración.