Alex tiene cuarenta años, es divorciado y mantiene relaciones complicadas con su hijo. De pronto, se ve brutalmente confrontado al suicidio de su padre, Daniel, un hombre taciturno, encerrado en sí mismo, insípido. Buscando una explicación, descubre una carta de Argel, enviada por Kahina, la hija de Skander, un hombre misterioso que durante mucho tiempo les estuvo enviando dulces orientales por Navidad. En esa carta, Kahina anuncia la muerte de su padre tras años de sufrimiento. ¿Qué es lo que unía a esos dos hombres? Daniel nunca hablaba de Argelia con nadie. Alex, deseoso de entender, con dificultad para emanciparse del peso de un pasado que desconoce, decide ir a Argelia. Allí, además de conocer el país y su cultura, conocerá también a una mujer, tendrá que tomar importantes decisiones y logrará, sobre todo, descubrir la historia paterna. Este viaje iniciático le permitirá comprender, basándose también en su propia vida, todas las repercusiones de la guerra de Argelia. Esa guerra de la que en Francia casi nunca habla, pero que dejó marcada a toda una generación y que sigue y seguirá condicionando el presente.

Una primera novela donde el lector acompañará con empatía a un hombre en busca del pasado de su padre y que, a través de su historia personal, entrará de lleno en la Historia con H mayúscula, y se interesará por las relaciones entre Francia y Argelia: una historia de la que, afortunadamente, sigue escribiéndose. Un libro sobre los daños colaterales de la guerra de Argelia, pero también sobre la amistad, la valentía y el perdón, y sobre la eterna cuestión del compromiso en tiempos de guerra o de paz. Un encuentro amoroso, un homenaje a las mujeres que luchan y también una esperanza puesta en la inteligencia emocional de los hombres.