Max de Kool, soltero treintañero, apasionado de filosofía, lleva una existencia nomada dedicada a Descartes y Nietzsche, sus dos autores predilectos, y a la redacción de un ensayo sobre lo sublime en Kant que lleva escribiendo desde hace años. Sus peregrinaciones le llevan a Ginebra donde conoce a Blandina Blandinova, una modelo rusa de renombre internacional. Sin quererlo ni beberlo, acaba en la cama con ella. El idilio dura poco porque Max, aun siendo racionalista, no puede controlar una peligrosa pulsión: cuando oye una canción de Julio Iglesias, se vuelve violento. Y la pobre Blandina acaba noqueada por haber escuchado Mujeres. Avergonzado, Max se marcha a la montaña para reflexionar sobre su vida, sus amores y sus cóleras. A 2 000 metros de altitud, único cliente de un hotel abandonado, su retiro espiritual se verá perturbado por unos estudiantes de marketing, que han venido con sus profesores a celebrar el fin de curso. ¿Fiesta chic o movida tecno? ¿Hay que permitir las drogas y el strip-tease? Una mujer guardia civil mística, adepta de Madame Guyon y del quietismo, intenta predicar la paz, la oración del corazón y la desaparición del ego. Nada más opuesto a la filosofía de Max. Para él, la salvación está arriba, en el cielo de las Ideas.
La harmonía de los estilos, de las músicas y de las generaciones está sin embargo a punto de realizarse cuando de pronto suena la voz de Julio Iglesias. Víctima de sus demonios, Max arruina la fiesta con un acto incalificable.
¿Y si la salvación estuviera en la caída? Al amanecer, Max cae de cabeza al vacío. La resurrección está próxima.