Al descubrir en 1888 los juncos de La Camarga en Arles — dos años antes de su muerte —, Vincent van Gogh revolucionó el arte del dibujo, y a la vez introdujo en su pintura una gestualidad directamente inspirada de ese nuevo trazo. Es sabido que el dibujo y la pintura fueron para él un verdadero vía crucis, desde sus primeros y torpes esbozos hasta sus obras más brillantes. Diez años de tenacidad que le llevaron de un talento mediocre a la genialidad más incontestable. En este quinto Manifiesto incierto, el autor se ha propuesto reconstruir escrupulosamente el vagabundeo solitario de Vincent, desde su Holanda natal hasta Auvers-sur-Oise, pasando por Londres, le Borinage, París, Arles y Saint-Rémy. Vagabundeo existencial, vagabundeo artístico, esta biografía, escrita e ilustrada, hace hincapié en los acontecimientos poco conocidos o mal interpretados de su vida, en particular de su infancia. La leyenda de Van Gogh queda aquí examinada, y en particular su supuesto suicidio, revisado a raíz del testimonio tardído de un presunto asesino.

Gracias a la pluma de Frédéric Pajak, escritor y dibujante, descubrimos a un Van Gogh de una gran riqueza: un pintor con una gran cultura – teológica, artística y literaria –, atento con los demás, generoso, receptivo a los fulgores gráficos y pictóricos de su época, desde la estampa japonesa hasta el puntillismo de Seurat. Aunque su destino fue del todo trágico, el libro no olvida los momentos felices de Vincent, ni tampoco su libertad, su lucidez o su coraje. Las páginas de este libro y los 200 dibujos que contiene, nos ayudan a conocer a un ser paradójico, ambiguo, y de una humanidad poco común.