Dorlange es un pueblo del centro de Francia. También es el último bastión de un tiempo pasado, el de antes de los coches y la televisión, y donde los trabajos estivales se hacen en colectividad. Pero desde hace unos años todo está cambiando, con el regreso a la tierra natal de muchos urbanitas. La convivencia de estas personas neo-rurales con los agricultores autóctonos no siempre es fácil. Un acontecimiento será el detonante de fuertes disturbios: la obligación de acoger a unos refugiados sirios en el pueblo.

Antoine, reportero del periódico L’Écho du Temps, será el cronista de las luchas entre esos dos grupos. Por un lado, el alcalde y sus guerreros con pantuflas y jerséis de lana hechos a mano, que se rebelan contra la colonización de su territorio. Por otro lado, los antiguos urbanos, muchos de ellos pijoprogres, enarbolando sus ideales de solidaridad.

Stéphane Fière es el autor de esta novela hilarante y corrosiva sobre una Francia dividida hasta en sus campiñas.

Dorlange, un pueblo en el centro de Francia, acoge cada día a más urbanitas. Su convivencia con los agricultores locales no siempre es fácil, y adquiere un nuevo giro con la llegada de unos refugiados sirios. Una novela mordaz sobre la convivencia entre el mundo rural y los neo-rurales.