Hace más de un cuarto de siglo que los diplomáticos y expertos de unos 200 países buscan la manera de ralentizar el calentamiento global. Como lo demuestra, por ejemplo, el Acuerdo de París de 2015.

Pero, hoy en día, frente a la lentitud de los avances y la urgencia del problema climático, están interviniendo nuevos actores que están modificando las relaciones de poder, tanto en Francia como en el extranjero (Estados Unidos, China). El mundo financiero y empresarial, por ejemplo, consciente de las repercusiones económicas del cambio climático, se está movilizando; los colectivos territoriales (sobre todo los alcaldes de las grandes metrópolis) están llevando a cabo medidas concretas; las organizaciones filantrópicas, tales como ONG o agrupaciones ciudadanas, se están volcando. Es decir, la sociedad civil por entero está siendo consciente del problema.

Todas estas iniciativas empiezan a dar resultados concretos. Paliando el laxismo climático de los Estados, estos nuevos actores podrían convertirse en los nuevos dueños del clima del siglo veinte-y-uno. Y por ende del planeta entero.

Este breve pero incisivo ensayo nos presenta las iniciativas de los nuevos actores que se están imponiendo hoy en día en la lucha contra el calentamiento global: empresas, inversores privados o públicos, colectivos territoriales, ONG. Un viento de esperanza está soplando en nuestro porvenir.